Ni bolas calientes. Ni frías. Es hora del todo o nada.
- Tinguili
- 18 mar 2017
- 2 Min. de lectura
Ya salieron los cruces para los cuartos de final de la Champions League. Como dijera Cristiano Ronaldo hace unos días, “no hay rival fácil, esos ya fueron eliminados”. Nadie es fácil en esta instancia, ya solo están los 8 que sobrevivieron con garra pero sobretodo fútbol. Pero un tema que siempre mancha este tipo de sorteos son las famosas “bolas calientes y frías” donde se observa con lupa los cruces y a quien le tocan los equipos en teoría más débiles. En está ocasión no hay nadie hablando.
Y es que al que le tocase la fortuna de toparse con la cenicienta, que en esta ocasión se le atribuye ese mote al Leicester, fue al conjunto del Atlético de Madrid, que al ver a su oponente su sonrisa socarrona ya apunta a la semifinal, aunque esto es fútbol y no se sabe nada, la suerte le sonríe a los dirigidos por Diego Simeone.
Nos encontramos después con un Borussia Dortmund en contra del Mónaco. Y este cruce puede ser una feria de goles. Dos equipos con mediocampo y delantera híper potentes, además de con mucha juventud, con estilo de juego similar pero con defensas muy débiles, por ende, a simple vista serán juegos locos en donde puede haber goles en racimos.
Las bestias se adelantaron. Real Madrid vs Bayern Munich es sin duda el choque de cuartos más potente. Con dos de los mejores clubes del mundo y de la historia, una final adelantada para muchos (me incluyó), pero esto se ha adelantado, por ello es el choque más bestial. De pronóstico reservado, no hay un total favorito, los dos clubes más completos de la actualidad, dos entrenadores con el mismo estilo de juego, pero la experiencia de Ancelotti podría ganar enteros ante Zinedine Zidane, además que el entrenador italiano conoce casi a la perfección el sistema y a cada jugador del Real Madrid, un duelo donde las bolas calientes o frías murieron, la fortuna que años pasados y las especulaciones de todos, ha muerto en tan solo un par de minutos.
Barcelona vs Juventus. El sorteo terminó con otra bomba. Dos clubes europeos de los más poderosos, con estilos encontrados, con leyendas en sus plantillas. El todo o nada. Un partido donde la manera de jugar de uno y otro es totalmente lo contrario. El tridente contra una de las defensas más fuertes del planeta, y un portero que con el pasar de los años solo sigue siendo mejor que el anterior.
Este fue el sorteo para los octavos. Se viene lo mejor. Las alegrías. Las tristezas. Pero son los sentimientos que llevan de la mano a la Champions League a ser el torneo de clubes más gigantesco e importante de la historia. Y donde se apuesta la temporada, los cargos, los puestos, absolutamente todo. Pero cuidado. Que el todo o nada también es engañoso, de la nada, puedes sacar todo.
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